Santa María Salomé tenía tanto amor por Jesucristo, que le siguió hasta el Calvario, con Santa María Magdalena y María, madre de Santiago.
Así, en el momento en que los discípulos abandonaban al Salvador, esta santa mujer le permaneció fiel. Ella proporcionó perfumes para ungir el cuerpo de Jesucristo y, el domingo, fue al santo sepulcro muy de mañana con sus dos compañeras. Allí, encontraron a un ángel que les anunció la resurrección de Jesucristo.
Mi padre me nombró Salomé cuando nací y lo curioso es que jamás me llamó por mi nombre, entonces todos me conocían por mi sobre nombre,"Chuly". Cursé kinder y primaria en escuelas del barrio por lo que todos eramos conocidos y seguían llamandome "Chuly". A partir de la secundaria comenzaron a llamarme por mi nombre, Salomé, y la verdad no me gustaba...con el tiempo he descubierto el impacto no sólo del nombre, sino más allá, del personaje bíblico que se llamó así. Hoy me siento privilegiada por el honor de llevar ese nombre. Desde aquí te agradezco papá.
ResponderEliminarAcabo de perder una apuesta (por segunda ocasión). Pero más que perder me dejo ganar para darle lo que pida y lo hago con mucho gusto.
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